miércoles, 18 de abril de 2012

Plagios

Quizá no debería
colgar tu ausencia de mi cuello.
Yo sé que fue un descuido
dejarte a solas con el tiempo.

El mar trajo amores viejos,
lo que no te supe dar.
A mí me trae tu amor de lejos,
los restos de un navío al naufragar.

Al ver que sonreías
y ver doradas tus mejillas,
supuse que eras mía
y que por siempre lo serías.

Pero nadie se escapa al cielo,
nada se escapa al mar.
Y los castillos que se hicieron de arena
en la mañana ya no están.

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